Decapado y pintado de la bici

En esta segunda parte del tutorial, empezaré por desmontar completamente la bici.

Debido a la cantidad de óxido que se había acumulado en la bici y en especial en la uniones, me fue imposible desmontar a mano la dirección y la tija del sillín. Para ello, requerí de la ayuda de mi taller de bicis de confianza, el cual me desmontó las piezas con las que yo no había podido.

Una vez estuvo desmontada, procedí a decapar la pintura. Previo a esto, tomé la decisión de prescindir de la pata de cabra, ya que su enganche estaba torcido de algún golpe y su posición no era natural, no quedando la bici en pie. Así que serré esa parte y lo limé después para que no se apreciara. 

Para decapar la pintura, utilicé decapante universal en gel. Usé el que podéis ver en la imagen de la abajo, que compré en Leroy Merlin. Elegí decapante universal porque así puedo utilizarlo también para trabajos en madera, y que sea en gel hace que su aplicación sea más fácil y no gotee.

¡OJO! Si volviera a tener que decapar una bici no volvería a utilizar decapante dado que una bici tiene muchos recovecos y no es lisa, por lo que tuve que aplicar hasta 3 manos de decapante e ir después quitando pintura con espátula y esponja de aluminio. Si tuviera que volver a decapar una bici, utilizaría sin dudar un cepillo metálico para taladros.

A partir de aquí, el siguiente paso es pintar. En un primer momento, pensé en comprar botes de pintura e imprimación en spray y hacerlo yo, pero al final me decidí por ceder este trabajo a gente especializada, así que lo llevé a que me lo pintaran a pistola en una cabina. Dado que lo que buscaba con la bici era un aspecto un tanto retro, decidí pintarla en beige.